Por Erika Ángeles
De ser la herramienta más importante contra la Covid-19, ahora se vuelve un accesorio más de la vestimenta en la vida cotidiana, siendo su uso médico, la última razón del por qué sigue existiendo. Además, con el nuevo anuncio del Gobierno de México que afirma eliminar el uso de cubrebocas obligatorio en lugares abiertos, ante los "bajos índices" que se reportan, el avance en la vacunación contra el virus y el semáforo verde, quedamos otra vez en la incertidumbre de si volverá a haber una pandemia o no.
Sabemos que existen 32 Estados en México, pero tratando de ser particulares, hablaré del caso específico de Nuevo León, ya que anunció que, a partir del domingo trece de marzo, el uso del cubrebocas en espacios abiertos será opcional, pero ¿no es peligroso aún así?, ¿No es ilógico no portar la mascarilla en un espacio, pero sí en otro? Se vuelve una indicación contradictoria. Aunque, ciertamente, prohibido o no, la gente hace lo que quiere.
La entidad pasó a verde en el semáforo epidemiológico, luego de dos años de pandemia y reporta baja de contagios, hospitalizaciones y decesos. “Por eso a partir de la declaratoria del semáforo verde le quiero decir a todo Nuevo León que a partir del próximo domingo ya no será obligatorio el uso de cubrebocas en espacios abiertos”, detalló el "gobernador" Samuel García Sepúlveda. Yo me reservo mis comentarios, después de todo lo que ha hecho y dicho, sus indicaciones ya son más juego que verdad.
De todas formas, ¿Quién soy yo para juzgar las decisiones que EL gobernador tome? Sabemos que no hay mejor forma de evitar el riesgo de contagio que haciendo el correcto uso del cubrebocas, además, claro está, del gel antibacterial y el lavado de manos.
El semáforo no es verde, ni amarillo, es color sandía: verde por fuera y rojo por dentro, pero ¿qué más da? así son los intereses políticos, ya sea Nuevo León o cualquier otro Estado, y ahora si que "donde manda capitán, no gobierna marinero".
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